lunes, 11 de febrero de 2013

Historia: Los CELTAS


Los Celtas durante un tiempo dominó buena parte de Europa. Como guerreros, comerciantes y colonos, los celtas lucharon, comerciaron y se asentaron en todas las direcciones: por todo lo que hoy es Francia, España y Portugal hasta el rugiente Atlántico; al norte de las húmedas y heladas islas de Gran Bretaña e Irlanda; al sur cruzando los altos pasos alpinos hasta los fértiles valles del norte de Italia; y al este de los Balcanes y Grecia, donde cruzarían el Bósforo a Asia Menor para fundar una nación propia GALACIA- en el corazón de la actual Turquía. En su agresiva expasión por Europa, entre los siglos VII y I a. C., afectaron a menudo el curso de la historia antigua. Varias tribus celtas saquearon la Roma preimperial, apresuraron el declive de los etruscos, lanzaron incursiones contra Delfos, en Grecia, y según un relato incluso notaron un golpe de estado en Egipto.

 
Sin embargo, la imagen que nos ha llegado de los celtas como fieros luchadores que cortaban las cabezas de los guerreros enemigos como trofeos, ha tendido a oscurecer si lado pacífico. También fueron hábiles artesanos, constructores, trabajadores del hierro, carpinteros, comerciantes, y mineros. Aunque no dejaron grandes templos, ni ruinas de las , en sus tiempos, espléndidas ciudades, ni monumentos a ahora olvidados reyes, entre ellos hubo artistas de considerable estilo y sensibilidad, como han demostrado numerosos hallazgos  arqueológicos.

 De hecho los logros celtas en esta área impulsaron al arqueólogo italiano del siglo XX Sabatino Moscati a llamar a los celtas: 
 “ los primeros abstractos del mundo, los primeros modernos auténticos”.

Más aún, eran un pueblo inteligible, famoso por la elocuencia de los bardos y sacerdotes. Pero, sobre todo, eran agricultores. Aunque los hijos de los aristócratas y sus seguidores puede que estuvieran fuera luchando, la mayoría de los celtas trabajaban pacíficamente sus tierras y contaban sus riquezas en el número de cabezas de ganado que poseían